El PP o educar con el ejemplo

En ciernes de un Pacto Educativo, el PP va poniendo la carne en el asador.  Todo un programa educativo que va desgranando poco a poco, como quien no quiere la cosa, con mensajes más o menos subliminales que nos indican el camino a seguir.

Hay que educar en los valores tradicionales, como los de Matas. La honradez, pues hay que ser honrado y no otra cosa para admitir que pagaste en dinero negro tu palacio aún siendo el ex-Presidente de una Comunidad Autónoma. La cultura del esfuerzo, ¡15 horas ha estado intentando convencer al juez de que es posible gastarse cuatro millones de euros en 5 años cuando tu sueldo es de cien mil! de todas formas, por muchas matemáticas que quieras hacer esa cuenta no le sale ni a la vieja. Aunque para valores importantes el de la amistad que tenía (o sigue teniendo, o quien sabe) Camps por uno de los mayores chorizos de este país.

Fundamental es respetar a la familia. A ser posible, a tu familia. Y ya puestos, pues les colocas en un chalet de estos de la Gürtel. Total, si eres el yerno de Aznar malo será que te digan algo.

Es muy importante, si uno quiere estar bien educado, no hacerse caso de las malas lenguas ni dar pie a los rumores. Siempre que uno pueda contenerse, claro, porque Mayor Oreja es cosa aparte. Aunque, como tenemos mucho respeto a los mayores, procuramos no llevarle la contraria no vaya a ser que nos de uno de esos azotes que nunca vienen mal, eso sí, siempre a tiempo. Hablando de las lenguas largas, si es posible no se debe insultar a los otros ni ejercer el vandalismo. No obstante siempre hay excepciones. Por ejemplo, si te llamas Fabra, te han imputado delitos fiscales y tu explicación de que te ha tocado la lotería es motivo de burla por parte de una organización política, no estaría de más que dijeses que piensas «sacarte la pirula y mear en la sede de IU«. De la misma manera que sacar un dedito al aire de vez en cuando no hace daño a nadie. Ni mucho menos a Aguirre y sus queridos hijos de puta.

Un buen programa educativo debe inculcar modelos de ocio saludables. Con fiestas «de las de verdad, hasta las 6 de la mañana«. Ya puestos, Feijoo podría haber invitado a un After para luego coger el coche todos trompa. Educación vial a tope, con Jose Mari de profe para que nos enseñe las máximas de la seguridad al volante. Títulos como ¿quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí? o «déjame que beba tranquilamente» deberían estar disponibles en todas las autoescuelas. Yo incluso propondría educar desde pequeños, con una botellita de vino a ser posible.

Y como postre, un poquito de educación sexual. No está de menos que le tiremos los tejos a las jóvenes, mejor con insinuaciones machistas y salidas de tono. Pero también hay que aprender, desde pequeñitos, que los abusos sexuales son deleznables siempre y cuando la Iglesia a la que financiamos no esté implicada, que entonces es mejor callar.

Educar con el ejemplo, eso es lo importante. Por fortuna, con el programa educativo del PP el currículum oculto está muy a la vista.

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