El misterioso caso de los ceros franceses

Pues eso, que he sido el descubridor de uno de los mayores enigmas de la humana humanidad. Mucho más que el número de pie que calza Don Ricardo, más que la época en que Kabila comenzó a perder el pelo o incluso que cualquiera de las tramas, subtramas y tramas perdidas de LOST.

Parece ser que los ceros de ILOVEIU, esto es, Ceronegativo y posteriormente Ceros a la izquierda, han sufrido una extraña mutación duplicante tras la cual se les han generado dos hermanos gabachos (franceses, para los amigos): este y este.

Hasta el momento no sabemos el origen de estos nuevos blogs. Si bien no se ha descartado un posible origen alienígena, una primera llamada a Mulder y Scully me ha dejado claro que «la verdad está ahí fuera». Vamos, que tampoco han aclarado mucho. Parece ser que es altamente contagioso de manera que no sería extraño que a muchos de nuestros blogs les siguiesen creciendo engendros de este tipo como setas. Parece improbable la presencia de «ácido bórico» en su elaboración, de manera que Pedro J. puede estar tranquilo.

No obstante, como descubridor de «la cosa» me reservo el derecho a ponerle nombre. Y como últimamente no tengo muchos comentarios en el blog porque escribo unas entradas aburridas de narices, abro la sección de comentarios para ideas y sugerencias que serán tomadas en cuenta (o no) en la decisión de cómo llamar a este extraño fenómeno ante el que nos encontramos.

9 comentarios en “El misterioso caso de los ceros franceses

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