Moratinos coge carrerilla.

Que alguien encarcelado por su forma de pensar salga de prisión es siempre una buena noticia. Si además esto ocurre después de años y años pidiendo que la posición sobre Cuba no sea de ataque vía bloqueo sino de diálogo y entendimiento, mejor que mejor. He de reconocer que Moratinos ha hecho un trabajo excelente, pues luchar a favor de los Derechos Humanos es algo que no se puede dejar de lado.

Pero dado que nuestro ilustre Ministro de Asuntos Exteriores ha cogido carrerilla, me gustaría recordar que hay otros lugares en el mundo donde hace falta comenzar a trabajar en el mismo sentido. Asimismo, me gustaría que quienes han pedido la ruptura de las relaciones diplomáticas con Cuba estos años, por ejemplo el Partido Popular, hicieran un alarde de coherencia y lo pidieran para los casos que a continuación paso a enumerar.

Ya que ese eminente luchador en pro de la libertad se encuentra en el continente americano y en esa isla perdida de la mano de Dios, no estaría de más que se diese una vuelta por Guantánamo, donde todavía están retenidas decenas de personas sin saber de qué se les acusa desde hace años (artículo 9 de la Declaración) y donde el propio gobierno de los EEUU reconoce que hay torturas militares (artículo 5). De igual manera, sería bastante recomendable dar un toque de atención a Obama, pues en su país el año pasado se han asesinado en las cárceles, a través de la pena de muerte, a nada menos que 37 personas (artículo 3) . De momento no ha habido ningún intento diplomático serio (que incluya una intención velada de ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales) para acabar con la situación de esa «democracia ejemplar». Ni siquiera ha habido nadie que se haya atrevido a decir que la tortura y el asesinato de Estado son cuestiones dictatoriales.

Caso aparte es el de China que no sólo no hace públicos los datos de las personas que asesina (a muchos de los cuales les quita los órganos para venderlos en el mercado negro) todos los años. La estimación de Amnistía Internacional es que son nada menos que tres mil, lo cual no es una cifra pequeña. Hay miles de presos políticos y se somete a la población a unas condiciones laborales infrahumanas, con jornadas superiores a las 12 horas, sueldos que no dan para vivir y la imposibilidad de crear colectivos para la defensa de sus derechos (artículos 20, 23 y 24). Que se sepa, las relaciones comerciales con China son abiertas y de momento no ha habido movimientos diplomáticos que pudieran ser considerados «duros» para solucionar esta situación. Es más, el Presidente Chino es recibido con todos los honores en España y la Unión Europea. De momento el Partido Popular no ha pedido que se rompan relaciones, tres mil asesinatos al año no deben ser suficientes.

Aquí cerca, en Marruecos, no hay elecciones libres. Por si fuera poco, el régimen monárquico mantiene una política de arresto y represión contra los movimientos saharauis cuyo único delito es pedir su propia libertad y tener una nacionalidad (artículo 15). No digamos ya el caso de Israel, Estado que mantiene hacinadas a millones de personas, que asesina impunemente día tras día y a quien no se le piden responsabilidades y de cuyo «valor democrático» no se suele dudar.

Cuando se habla de los Derechos Humanos en Cuba se suele hablar específicamente de los derechos políticos, pues los relacionados con la salud, la vivienda, la educación o la alimentación están de sobra cubiertos, muy a pesar del bloqueo. En concreto, hay que recordar que los niveles de salud en Cuba son, aunque parezca mentira, mucho mejores que los que hay en EEUU. Tampoco es baladí decir que, aunque parezca mentira, en el país caribeño nadie vive en basureros, cosa que sí ocurre en esas «democracias ejemplares» que son México, Colombia o Argentina, donde, que se sepa, no se hacen gestiones a tal alto nivel para el cumplimiento de estos derechos fundamentales: la vida, la comida y el cobijo.

¿Para cuando una verdadera política exterior a favor de los Derechos Humanos? Por cierto, que Amnistía Internacional tampoco nos deja muy bien a nivel interno. España sigue manteniendo niveles notables de incumplimiento de estos Derechos.